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ESCAPA COMO PUEDAS.

En invierno de 2006, en Sierra Nevada, Sherlock Holmes y Watson se disponían a coger el avión de vuelta a Londres, después de un largo mes intentando atrapar a uno de las asesinos más buscados por la Interpol, CIA y FBI, un asesino a sueldo de la mafia rusa.

A Sherlock le asignaron este caso cuando este asesino a sueldo atentó contra la vida de uno de los jueces más poderosos del país días antes de mandar a la cárcel a uno de los jefes del cártel.

Tras meses de intentos fallidos de intentar encarcelar a un desconocido, con un sistema de vigilancia especializado que solamente tiene la CIA, siguiendo todos y cada uno de sus pasos, dieron con su cara reflejada en un coche.

La imagen no era muy clara pero con las herramientas del FBI consiguieron los suficientes puntos de contacto para reunir una imagen clara.

Metieron la imagen en la base de datos de reconocimiento facial de la Interpol y descubrieron la identidad del asesino. Se llamaba Jerry Tyson, también conocido como el fantasma blanco, sospechoso de una larga lista de robos y asesinatos, pero siempre conseguía escabullirse.

Las tres compañías situaron su localización en un pequeño rincón de Sierra Nevada, pero no sabían como pillarle o hacer que cayese en una trampa y decidieron ponerse en contacto con Holmes y donde quiera que vaya Holmes, Watson le acompaña.

Le proporcionaron los medios necesarios, dinero, comida, ropa, tecnología, etc.

Presuntamente Tyson se encontraba allí sólo, pero para sorpresa de Sherlock y Watson, estaba allí para reunirse unas semanas después con los jefes de la mafia rusa.

Tuvieron que investigar todos sus movimientos, donde se hospedaba, hablar con la gente, tanto desconocidos como gente que se hospedaba en el mismo hotel para poder llevar a cabo la operación.

Finalmente, atraparon a Tyson y a Frank Delano JR, hijo del jefe de la mafia rusa., también buscado por varios países.

Para Sherlock fue como matar dos pájaros de un tiro, lo que no sabía era lo que le iba a suceder semanas después.

En Londres, Holmes y Watson vivían juntos.

Una mañana a plena luz del día alguien irrumpe en su casa, para sorpresa de ellos, era 

Frank Delano, con todo su ejercito de guardaespaldas, y habían metido a su hijo en la cárcel semanas antes.

Watson se temía lo peor.

-Bueno, bueno, bueno… ¿Pero qué tenemos aquí? Si es Sherlock Holmes! Y su amado Watson…

-¿Qué se le ha perdido por aquí señor Delano? - Responde Holmes.

-Hahahaha ríe irónicamente Delano. Lo mismo que a usted en Sierra Nevada, querido Holmes.

-Desafortunadamente, su hijo estaba en el lugar y momento equivocado…

-No vaya por ahí señor Holmes, ahora mismo, mi hijo se encuentra en la enfermería de la cárcel, Sona, una de las cárceles más peligrosas de todo México.

Mi hijo, ha amenazado, matado y chantajeado a personas y familiares de personas de esa cárcel, no creo que dure más de dos semanas ahí.

-Pero los actos de su hijo no son culpa mía.-Añade Sherlock.

-Pero sí que esté ahí.-Responde Delano.

Por lo tanto,querido Sherlock, podría matarte ahora mismo, pero no lo voy a hacer, más que nada, porque sería darte la vía fácil, no sufrirías ni la mitad de lo que estoy sufriendo yo.

Así que, decido llevarme a tu punto débil, la única persona con la que podría hacerte más daño que con tu propia vida.-Dice Delano mientras uno de sus hombres se lleva a Watson a punta de pistola.

-Aquí empieza tu infierno, querido Watson… Hahhaha ríe Delano dejando a Holmes incapaz de hacer ningún movimiento.

En cuanto se cierra la puerta de su casa, Holmes se acerca a la ventana para ver en que vehículo se llevaban a Watson y a la vez, se ponía en contacto con el inspector del FBI, Michael Scofield, jefe del caso de Sierra Nevada.

-Scofield! Delano se ha llevado a Watson, tenemos que encontrarlo cuanto antes.

-Tranquilícese señor Holmes, venga a la oficina central del FBI cuanto antes. Mientras tanto pondré a todo el mundo a buscarlo y llamaré a los inspectores de la CIA y de la Interpol.-Dice Scofield.

-Enseguida estoy allí.-Dice muy alterado Sherlock.

Una vez allí, utilizaron el ojo de halcón, uno de los instrumentos de rastreo más peligrosos y a su vez eficaces del mundo, que sólo tiene la CIA.

Ese instrumento es capaz de ver cada movimiento de cada persona del mundo, tanto vistas por una foto, como por la cámara de un banco, de un garaje, de una tienda etc.

El coche descrito por Holmes fue localizado en una calle de Londres, Portobello Road, en frente de un cajero había un pequeño callejón que no tenía ninguna cámara.

Mirando las cámaras se dieron cuenta de que por allí pasaban muchísimos coches, pero ese no había salido de allí, por lo tanto, tenía que seguir allí.

Una vez en el callejón, se percataron de que habían cambiado de vehículo.

No tenían por donde seguir, no sabían que hacer para encontrarlo, estaban otra vez en blanco.

Holmes, investigó las visitas que recibía el hijo de Delano en Sona y se dio cuenta de que había una mujer, que viajaba cada semana a México sólo para verlo.

Decidió elegir esa baza para encontrarlo.

Llevaron a la mujer, Mary Jane, una doctora del hospital central de Londres, a la sala de interrogatorios de la oficina del FBI.

Resultó ser que llevaba más de 3 años manteniendo una relación con Frank Delano JR. Y ya era prácticamente como de la familia, por lo tanto y según ella, no sabía que iban a llevarse a Watson pero sí sabía de un polígono propiedad de la familia que supuestamente usaban para sus trapos sucios.

Nada más escuchar eso, Scofield se levantó rápidamente de la mesa y pidió a todas las unidades que fueran al polígono y se mantuviesen en posiciones hasta su aviso.

Una vez allí, irrumpieron dentro del polígono y se formó un gran tiroteo.

Sherlock vio a Watson, colgaba de unas cadenas de hierro inconsciente.

Su cuerpo estaba mojado y lleno de quemaduras y le habían arrancado 3 uñas.

Rápidamente lo sacaron fuera por la puerta trasera y lo llevaron al hospital más cercano.

Horas después el médico salió a darle la noticia a Sherlock, Watson se recuperaría, quedando en su cuerpo muchas marcas pero, saldría de esto.

Cuando Watson despertó, Sherlock estaba a su lado, no podía parar de pedirle perdón.

-Sherlock, no ha sido tu culpa, no tienes que seguir pidiendo perdón, me bastará con uno de tus sandwiches de mantequilla de cacahuete y un buen vino.-Le dijo Watson.

Un rato después, apareció Scofield y les ofreció un puesto de trabajo como asesores del FBI, pero por mucho que a Sherlock le hubiese gustado, decidieron no aceptarlo y tomarse un descanso.

Tal vez, en unos años, una vez superado esto, puedan seguir su camino como asesores, pero queda demostrado que es más importante una amistad que la ambición y el éxito.